Monday, September 17, 2007

Yo lo que quiero es un piquetero!


Este pais tiene cosas buenas, hay que buscarlas bien para encontrarlas pero las tiene, y son muchas. He vivido por periodos largos en varias ciudades de Estados Unidos. He estado en ese crisol de acentos y razas que es la América mezclada y en la otra, en la anglosajona inerte de la nieve y las ardillas, en la América profunda. Puedo decir que tengo un entendimiento bastante amplio de la cultura americana.
Y es que este país tiene muchas caras, tiene recursos insospechados para afrontar cualquier eventualidad, tiene 47 millones de personas sin seguro médico, tiene un 911 para todo lo que se te ocurra, tiene vicios, cortesía,-muchos excusemes, demasiados-; filantropía, respeto por la palabra, mucha soledad y justicia, y la justicia es el baluarte más importante de la democracia. Tiene muy bien elaborados los vínculos entre el crédito y la prosperidad. Los eslabones tan directos entre el comportamiento financiero de una persona y su progreso lo mismo lo llevan al ascenso escalonado que al desfalco y a la ruina. Por ello considero que el sistema induce a la formación de una responsalibilidad y de un equilibrio tempranos que el que no los adquiere lo paga, porque la ley de quiebras lo tira por un barranco pero no lo mata, lo deja ahí diez años sufriendo las consecuencias. Todo está friamente calculado para que consumas pero queda a tu arbitrio usar ese vínculo con criterio, regularte sensatamente o hundirte si no tienes control sobre tus impulsos.

Pero hay algo vital al funcionamiento de esta sociedad, que forma parte de su cultura porque se ha integrado a la conciencia colectiva del americano y ha influido en la formación de su carácter, y es la pronosticación, más que la previsión. Salvando lo de las Torres Gemelas o la inundación de New Orleans en este pais no hay sorpresa. Los americanos están acostumbrados a funcionar según planes, o según leyes o instrucciones dadas por entidades autorizadas, lo cual no tendría ningún problema si eso no los convirtiera en entes adorablemente inútiles ante cualquier evento inesperado por más mínimo que sea. Te dicen mañana va estar mayormente nublado, descenderán las temperaturas a tanto y caerán 6.1 pulgadas de nieve, y se cumple, pero lo asombroso es como la gente se prepara para la contienda. Van al supermercado y llenan los changuitos de productos enlatados, galletitas para los niños, agua y papel sanitario para pasar seis horas en casa, con luz, calefacción central, Direct TV y un generador eléctrico por si acaso.

Si vas a la peluquería, antes de ponerte un tinte tienes que dar un número de contacto para emergencias, además de firmar un agreement declarando que no eres alérgica y aceptando que la empresa no se responsabiliza por los efectos o consecuencias nocivas o tóxicas que puedan surgir después de la aplicación. Hay un charquito en el piso y te cierran el área con cinta amarilla abarcando un perímetro inalcanzable solo para dejar claro que si te mataste fue por imbécil que eres. También ocurre que una persona se espante ante la presencia de un Habano si sospecha que es cubano por las restricciones comerciales que hay, o que no pueda reprender fuertemente a su hijo porque corre el riesgo de que alguien piense que es abuso infantil y le llame al Servicio Social.

Este funcionamiento casi perfecto de casi todas las cosas se debe a que cualquier descuido o negligencia implica una demanda y tiene consecuencias económicas directas para el bolsillo del descuidado, y a que la ley es fuerte y se aplica sin contemplaciones, y los oficiales son para desgracia de algunos, en su gran mayoria incorruptibles. Cuidadito con hacer algo que pueda sonar a illegal. Es aspiración suprema de donde venimos, los países latinoamericanos, que exista un ordenamiento que regule el caos y la arbitrariedad que pululan alegremente por nuestras sociedades, que el Estado asuma sus funciones y que las cosas marchen según planes, y si no que avisen por lo menos que no van a funcionar, para llevar una vida más decorosa. Pero cuando la cantidad de regulaciones te sujetan de modo tal que tú tienes que pensarlo dos veces para fumarte un cigarro o para darle una nalgada a tu hijo que está pataleando porque quiere tirarse por el balcón a ver como se muere la cucaracha cuando él le cae encima, la cosa adquiere otro carácter, porque literalmente te fusilan el ingenio y te coartan la libertad.


Yo vivo con la mente adormecida en un suburbio hermoso, con un clima fresco todo el año, con calorcito de dia y manga ligera a la noche, en medio de un SILENCIO, -no me gustan las mayúsculas gratuitas, pero esta es imprescindible-, estrepitoso, gratuito, vacuo, donde si no fuera por la luz del sol no sabes si son las tres de la tarde o las tres de la madrugada, donde da lo mismo abrir las ventanas que cerrarlas, donde he de poner el televisor solo para escuchar una voz humana y saber que estoy aún en la tierra y no en el limbo, un silencio a capella, que me regresa como un bumerán, sin ladridos de perros ni sirenas de ambulancias y entonces dudo haberme quedado sorda, un silencio anestesiante, transparente, que me ciega, un silencio en el que un día me dan ganas de que todo explote de un plumazo, pero como no soy talibana lo que pienso todo el tiempo es: “necesito un grito urbano, un quilombo, un escándalo saludable, alquien que se riegue en una cuarta é tierra. Necesito un piqueterooooooo!!!!!!!!”

3 comments:

Nosotras mismas said...

Hola, te saludo y me llevo tu post para leerlo más tarde. Al final, las obligaciones y las prisas me hacen posponer los buenos momentos.

Saludos.

Dana said...

Katana, te invito a Miami y vas a ver como volves contenta a tu silencio! ja, ja. Ademas aca hemos teñido este pais con ese saborcito latino que vos extrañas: la gente que maneja despacio va por la izquierda, te tiran los carritos del super contra el coche, hay gente que maneja con el vidrio abierto y la musica a todo volumen, los perros cagan en la calle y dos por tres patinas en un sorete... Socorro!!! Dame un poquito de San Diego!!

Besos.

Anonymous said...

Amiga, que lejos que andas y ahora que hago yo????
Bueno igual me alegro que andes recorriendo la segunda Habana aunque sin malecon, sin arquitectura, sin esa onda que vivimos buscando que ya ni siquiera en la verdadera existe, o eso no lo notaste en tu ultimo viajecito por alla??? Diviertete y por favor llamame cuando puedas. Te mando un besito y un abrazo