Monday, December 17, 2007

Por qué no te callas?

No suelo hablar de politica y no pienso hacerlo, pero este post tiene su raíz en una enconada obsesión que hay aquí en la ciudad fantasma con ciertas figuras politicas que atormentan las vidas de sus habitantes en un entorno que para su misma supervivencia, nos tiende la mar de trampas. Y como ya dije no quiero hablar de nada ni de nadie en particular, porque aprendi que la historia está llena de espinas, que hasta el sol tiene manchas y que esas manchas duelen a la altura del primer botón del saco.

Lo que quiero decir es que no suelo caer, salvo con gente con la que llevo mucho camino recorrido en esos temas que solo sirven para empañar los cristales del espejo retrovisor, porque hay ciertas cosas que no me hacen falta para calibrar la calidad humana de una persona, y menos si esa persona se empeña en afirmar que lo que me está diciendo es la verdad.

En el terreno de la politica no tenemos verdades robustas, a decir verdad en casi nada en este mundo tenemos verdades robustas, no somos portadores de ninguna certeza, en todo caso tenemos versiones o aproximaciones más o menos detalladas de la realidad pero que siempre, ineludiblemente están viciadas, adornadas con ribetes rosados que enmascaran la parte que no interesa a quien ha decidido empuñar una postura. Estoy hablando de lo que en ciertas ciencias se llama "la verdad selectiva", que es simplemente aquella verdad que decidimos contar, porque hasta el silencio tiene dos caras, y siempre hay cosas que omitimos o que minimizamos porque elegimos lo que cierra para defender un punto de vista, y luego nosotros, los escuchas, terminamos abanderando una idea sin realmente cerciorarnos de escuchar las dos campanas.


Yo siempre dejo una puerta abierta a que lo que me hayan dicho, esté contaminado con la efervescencia de un momento y de un lugar por más inocente que parezca. La verdad es a veces una ilusión óptica porque vemos con miedo, con optimismo, con pesadumbre o con entusiasmo una realidad basados en una fuente viciada o parcializada, y por lo tanto turbada en su entendimiento. No me dejo seducir con versiones atropelladas de algo que no viví yo. Las cosas no son tan simples, la mentira, ya se sabe, tiene patas cortas pero la verdad tiene mangas largas, porque es hija de un arquitecto cuyas neuronas salieron a desayunar con el viento en contra. Por eso a mi el Derecho me sirve para tantas cosas, el testigo es más creíble mientras menos interés tenga en el proceso, y cada vez hay menos partes interesadas en este mundo, asi que, lamento decirlo pero estamos fritos.

1 comment:

Dana said...

Lo bueno de crecer, Katana, es que una va desconfiando cada dia mas de las verdades absolutas. Perder la inocencia no es algo tan malo como se cree...
Besos