Sunday, November 23, 2008

SILENCIO

El otro dia pensaba en la madurez
de los cuarenta años,
de cómo se meditan más las cosas
se deja de actuar por impulso.
Me corrijo.
Cualquier cosa que hagamos
a los cuarenta años
es meditada,
incluso aquellas
que hacemos por impulso.
El otro día ví pasar a un pedacito de sol.
Me fui a mi cueva y tuve un primer impulso
que siguió siendo el mismo después de meditarlo.
Le hice llegar una carta y llevo horas contemplando
los efectos secundarios de hacer cosas osadas,
solo recibo SILENCIO.
Creo tener en mi mente, la información suficiente
para intuír que este SOL es una persona abierta,
que no le importa que alguien le confiese sin tapujos
que ha perdido la cabeza, que lo tome de la mano y
lo invite a ir mas allá.
Emocionalmente hablando soy bastante generosa,
puedo mostrar mis heridas, desnudarme si lo inspiras,
regalarte mis secretos, mis más íntimos secretos,
por eso te he relagalado lo primero que he pensado.
Si cometí un descalabro,
si esto es una impostura, pagaré las consecuencias.
Me quedaré sin cruzar tus recovecos, sin conocer
tus secretos,
sin recoger tus pedazos,
me quedaré con el SILENCIO,
lo peor en estos casos.
Ud. quedará señor mío, sin conocer mis perfiles,
sin conocer el milagro,
pues yo te hubiera encendido velas en la madrugada,
hubiera tocado campanas,
hubiera hecho una fiesta, señor mío, de la nada.
Pero entiendo,
si hay razones poderosas yo respeto tu silencio,
he perdido la cabeza pero la voy a encontrar.
No te dejaré de amar ni te pediré disculpas,
no tengo ninguna opción más que seguir mi camino,
más que seguir con mi vida
asi con tu SILENCIO, así, sin despedida.

Tuesday, November 18, 2008

Sinergia

Cuando estoy deprimida soy como todo el mundo, me regodeo en la tristeza, me envuelvo en mis sábanas color salmón y en mis almohadas de pluma, y resucito el descalabro. El otro dia sentí un espiritu autoflagelante y sali a mi patio de madrugada a llorar a la luz de la luna, teminé con un catarro que todavía me tortura. No puedo echarme a morir, pero qué hago para no morir? Trato de hacer un ejercicio de fe, un pacto de emergencia, trato de verme mañana, cuando todo haya pasado, y me doy cuenta de que no hay respuestas, de que tengo mas dudas que certezas. En mi mundo de palabras me vienen a la mente frases como la de Eduardo Galeano: "...estamos condenados a morirnos de hambre, a morirnos de miedo o a morirnos de aburrimiento, si es que una bala perdida no nos abrevia la existencia". Y de ahí, de en medio de la nada, sin ninguna señal alentadora, surge una bala perdida que me habla de sinergia.

Thursday, November 13, 2008

Donde pueda latir

Me dijeron mátalo, destrúyelo, destrózalo,
tíralo, lánzalo,
quémalo, rómpelo.
Pero no puedo
No siento el piso debajo de mis pies, no siento el aire, no tengo sueños, no tengo planes, no sé si estoy aquí o en alguna otra parte.Y me pregunto qué fuerza es esa que es más fuerte que yo, que el dolor y que la rabia, que me invita a esperarte, que me engaña.
No estoy pensando bien.
Hay un sexto sentido, hay un último instinto y lo voy a seguir, voy a dejarme llevar por mi conciencia, que sufre hoy una especie de amnesia provocada, o todo lo contrario. Quizá en vez de olvidar lo que ha pasado, recuerde lo que ha pasado, y entonces me de cuenta de que en vez de abrirme nuevas puertas, necesite regresar a los lugares donde he estado, y a donde no volveré sin ti. Alguien dijo: “nunca volveré a los lugares donde fui feliz.”
Hay que aprender de las derrotas. Hay que saber aguantar los aguaceros de la vida, del dolor se aprende, definitivamente. Yo he aprendido a conocerme. Dicen que el dolor limpia de todo lo superfluo y va dejando lo esencial, pero yo hablo del dolor, de ese que te hace bajar, descender a una dimensión en la que casi no puedes respirar.
Lo que pensé que eran mis partes oscuras resulta que no son oscuras, son claras, y mis sueños convergen en el mismo lugar donde convergen mis miedos. El orgullo hay que saber dosificarlo, hay que saber reorientar las antenas y poner el alma donde más uno la sienta, y el corazón donde pueda latir.
O morir.

Thursday, November 6, 2008

Desastre

Una vez escuché de Fernando Peña que si él no fuera actor sería un asesino serial. Si tenemos en cuenta que ser actor y ser escritor son prácticamente la misma cosa, yo podria decir lo mismo.
Además de para entender lo que está pasando, yo escribo para no matar a nadie. Si la gente supiera la rabia que tengo ahora, no estaría leyendo esto, no sería yo digna de absolutamente ningún sentimiento noble de parte de nadie.


La soledad es mala consejera pero la impotencia es un veneno,
y da cáncer.
Hay que hacer algo.
Entonces, como no puedo matarte y volverte a resucitar, escribo.
porque no quiero que te mueras para siempre,
quiero apagarte, desconectarte,
para que no te vayas
para que no me dejes
para que no salgas a matar pájaros sin avisarme,
porque no quiero llamarte,
quiero matarte para saber que si no estás aquí,
no estás en ninguna parte,
porque ya estoy muy vieja para esto, porque no es justo.
Porque no quiero vivir el declive,
no quiero cometer la torpeza de quedarme
para ver los manotazos de mi decadencia agonizante.
No quiero ser una mentira piadosa, ni las flores del domingo,
ni un bulto de ropa escondido bajo siete llaves,
ni un cheque, ni un compromiso, ni una historia, ni un punto y aparte.

Yo tengo todas las de perder, tú ganaste, yo lo único digno que puedo hacer aquí es irme con mi rumba a otra parte,


....no huele a cigarro, es olor a pólvora, esto es humo de calibre 18, por eso es bueno escribir, porque acabo de matarte, acabo de hacer la crónica de este desastre.