Thursday, December 27, 2007

Planes de año nuevo


Ya se acerca el nuevo año, parece que hay que hacer planes.
A mí cada vez que hablo de planes me viene a la mente la imagen del azar y lo veo tirado en el suelo desternillado de risa,
consciente de que será él quien dirá la última palabra, así que no puedo más que limitarme a
seguir respirando,
a seguir escribiendo aunque no te enteres,
a seguir sentándome en las esquinas de cualquier cosa, me gustan las esquinas, a seguir hablando sola hasta las once de la mañana,
y después descorrer las cortinas,
a seguir creciendo, hacia arriba, no sé ya si evolucionando, a seguir llorando a moco tendido cuando me de la gana; a seguir fiel a todo, sin dar golpes bajos porque hasta para disentir hay que tener estatura,
pero sin dar explicaciones,
a seguir comprimiendo los minutos para seguir siendo tierra;
a seguir regodeándome en mi amargura y tragándomela con cerveza,
para escabullirme del abrazo que ya no puedo dar,
hasta ese momento mismo en que no estoy ni viva ni muerta,
sino clínicamente inútil.
A seguir queriendo ser tu amiga más que cualquier cosa, a seguir prefiriendo el Luigi Bosca blanco a pesar de los polifenoles del tinto,
a seguir besándote las plantas de los pies,
a seguir queriendo que destiendas mi parte de la cama,
a seguir ordeñando la noche,
a seguir siendo todas las mujeres que quiero,
lo mismo la atleta de la palabra, que esa puta con papeles en que nos convertimos todas cuando tenemos carrera, y marido.
A seguir teniendo siempre otra alternativa, morirme o viceversa,
a seguir sin sentido de la urgencia,
a seguir llevando conmigo mis piedras a donde vaya,
a seguir mis instintos,
a seguir el rastro de mis memorias amarillentas
hasta llegar a mi
epitafio.

Monday, December 17, 2007

Por qué no te callas?

No suelo hablar de politica y no pienso hacerlo, pero este post tiene su raíz en una enconada obsesión que hay aquí en la ciudad fantasma con ciertas figuras politicas que atormentan las vidas de sus habitantes en un entorno que para su misma supervivencia, nos tiende la mar de trampas. Y como ya dije no quiero hablar de nada ni de nadie en particular, porque aprendi que la historia está llena de espinas, que hasta el sol tiene manchas y que esas manchas duelen a la altura del primer botón del saco.

Lo que quiero decir es que no suelo caer, salvo con gente con la que llevo mucho camino recorrido en esos temas que solo sirven para empañar los cristales del espejo retrovisor, porque hay ciertas cosas que no me hacen falta para calibrar la calidad humana de una persona, y menos si esa persona se empeña en afirmar que lo que me está diciendo es la verdad.

En el terreno de la politica no tenemos verdades robustas, a decir verdad en casi nada en este mundo tenemos verdades robustas, no somos portadores de ninguna certeza, en todo caso tenemos versiones o aproximaciones más o menos detalladas de la realidad pero que siempre, ineludiblemente están viciadas, adornadas con ribetes rosados que enmascaran la parte que no interesa a quien ha decidido empuñar una postura. Estoy hablando de lo que en ciertas ciencias se llama "la verdad selectiva", que es simplemente aquella verdad que decidimos contar, porque hasta el silencio tiene dos caras, y siempre hay cosas que omitimos o que minimizamos porque elegimos lo que cierra para defender un punto de vista, y luego nosotros, los escuchas, terminamos abanderando una idea sin realmente cerciorarnos de escuchar las dos campanas.


Yo siempre dejo una puerta abierta a que lo que me hayan dicho, esté contaminado con la efervescencia de un momento y de un lugar por más inocente que parezca. La verdad es a veces una ilusión óptica porque vemos con miedo, con optimismo, con pesadumbre o con entusiasmo una realidad basados en una fuente viciada o parcializada, y por lo tanto turbada en su entendimiento. No me dejo seducir con versiones atropelladas de algo que no viví yo. Las cosas no son tan simples, la mentira, ya se sabe, tiene patas cortas pero la verdad tiene mangas largas, porque es hija de un arquitecto cuyas neuronas salieron a desayunar con el viento en contra. Por eso a mi el Derecho me sirve para tantas cosas, el testigo es más creíble mientras menos interés tenga en el proceso, y cada vez hay menos partes interesadas en este mundo, asi que, lamento decirlo pero estamos fritos.

Monday, December 10, 2007

Argumentos

Algo tienen en común los locos, los borrachos, los enanos y los policías. Aparentemente son especies diferentes, los locos carecen de la capacidad de controlar sus actos y de dirigir su conducta, son inimputables ante la ley y pueden hacer lo que quieran porque no entran en razones. Los borrachos están temporalmente disminuídos de la posibilidad de entender lo que pasa y de medir las consecuencias de su conducta, y esta discapacidad actúa como circunstancia atenuante si cometen un delito. Los policías se han sometido voluntariamente a un proceso de descapacitación, que les anula la capacidad de discernir entre el bien y el mal y los habilita para dejarse llevar por sus deformados instintos, con el fin de evitar el caos.

Es por ello que les tengo tanto miedo, a los tres, porque aunque tengo una visión artistica de las cosas, en la vida real mi mente sigue un orden lineal, en las situaciones más comunes y mundanas aplico un enfoque científico a mi comportamiento, o por lo menos el sentido común, y me derrotan, no puedo ganar frente a quien no aplica una lógica, una linea de razonamiento en la que una cosa conlleve a la otra.

Ni los locos, ni los borrachos y mucho menos los policías escuchan un argumento, y yo cuando no puedo hablar no es que me quede sin armas, me quedo sin campo de batalla, entonces lo único que puede pasar es que me coma el león. No sé que tienen que ver los enanos con todo esto pero también les tengo miedo, que quieres que te diga?